La España radial, capital Madrid y mecagüen la puta madre que los parió

El escritor valenciano Ferrán Torrent explica, con gracejo y de forma gráfica, lo que es la España radial ferroviaria con centro en Madrid. Imagen de arriba, mapa general carreteras. Abajo, mapa de líneas ferroviarias de alta velocidad y más abajo, mapa de autopistas y autovías, las de Catalunya mayormente de peaje.

Viene a decir que si va a esperar a un amigo que le llega de Barcelona a la estación valenciana de "Joaquín Sorolla" (*) en un tren de media velocidad, que los de alta velocidad, los AVE's, están reservados a los señoritos de Madrid, si éste quisiera regresar pronto tendría que esperar 6 o 7 horas ya que esto es lo que hay. Y que, además, los trenes de Barcelona paran en un andén descubierto y si llueve te mojas o sea, jódete.

Que a Madrid hay cinco o seis trenes de alta velocidad, más 4 AVE's estacionados ya que sobran (**). Que te llevan a la capital en hora y media y, si así lo deseas, te dejan en el mismo aeropuerto de Barajas sin pasar por la ciudad, y para que puedas embarcar cómodamente a cualquier punto del mundo. Todo para que a ningún valenciano se le ocurra pasar por Barcelona... ¡nene, caca!

Centros financieros mundiales como Ciudad Real, Cuenca y Toledo están perfectamente servidos por AVE's, mientras que la línea Valencia/Barcelona ni está ni se la espera, y es igual que esto perjudique las mismas exportaciones españolas a Europa de Valencia, Murcia y Almeria. Cualquier cosa antes que favorecer a los putos catalanes, que al enemigo ni agua.

¡Viva España!

Coronel Von Rohaut

(*) Bonita y grandiosa que te cagas que, a malversación monumental, pródiga y munificente con el dinero de los demás, a España no la gana nadie.
(**) Sobran AVE's y/o autovías gratuitas a numerosos destinos de ambas Castillas y a sus dominios andaluces y extremeños, por falta de viajeros o usuarios, y que jamás serán rentables. Pero lo cosen todo a Madrid y, por otro lado, el hacerlas y financiarlas ha engrosado las multimillonarias cuentas en las Islas Caïman de los amiguetes del poder central que las han construido, así como los bolsillos de los políticos corruptos que las han concedido.