"Café para todos"

Fue un invento de la UCD y de su Ministro para las Regiones, el andaluz Manuel Clavero Arévalo que, temeroso que la concesión de un Estatuto de Autonomía a vascos y catalanes, además de satisfacer un anhelo histórico, significara un privilegio económico para dichas regiones (y para el País Vasco si que lo fue), decidió hacerlo extensivo a toda España, incluidas las regiones que jamás lo habían pedido, ni lo necesitaban ni sabían lo que representaba.

Pero que lo que tenían claro es que no querían ser menos que los catalanes (que los vascos, lo fueron siempre). Siendo como es, la envidia, el principal pecado capital de los putos españoles, a los que Dios confunda y mande al averno por los siglos de los siglos. Amén.

¡Ah, por cierto! Siempre se había dicho pero como que sus actores los negaban...

... pero hace pocos días, Toni Strubell i Trueta, nacido en Oxford y nieto del afamado y "catalán universal",
Doctor Trueta, así como sobrino del economista (*)
Ramón Trias Fargas, y que ahora es cabeza de lista por la circunscripción de Girona a las próximas elecciones autonómicas por el partido Solidaritat Catalana per la Independència (el del Laporta), dijo públicamente que él estaba presente cuando su tío, Trias Fargas, llamó por teléfono a Jordi Pujol para darle a conocer que el ministro de Hacienda de la UCD, Jaime García Añoveros, le había hecho la promesa de conceder a Catalunya un Concierto Económico similar al vasco y que Jordi Pujol se negó a aceptarlo por tacticismo político, idiota de los cojones...

Era el momento oportuno e idóneo. Ahora es imposible y si Artur Mas lo promete, miente como un bellaco, al igual que en su día el Pujol la cagó como un gilipollas (o un cipayo...).

Coronel Von Rohaut

(*) Formado en derecho y economista por la Universidad de Chicago, catedrático y Conseller de Economía con CIU, de la que fue Presidente. Fue el primer político catalán que, ya en los años 80, puso sobre el tapete, con cifras, el desequilibrio fiscal que, ya entonces, sufría Catalunya de manos del gobierno central, entre lo mucho recaudado aquí y lo muy poco que se nos retornaba en inversiones y transferencias. Que ahora y rozando el paroxismo, se eleva a la astronómica cifra, ruinosa, castradora e inasumible para el presente y el futuro de Catalunya, de 22.000 millones de euros anuales. Más de 10.000 millones de las antiguas pesetas que, cada día y día a día, nos roba el estado español a cuantos vivimos en Catalunya, sea cual sea nuestro origen, nuestra ideología y nuestro credo.