Las huelgas en "gabacholandia" y la economía "cheli" de por aquí mismo...

Claro que estoy a favor del derecho a la huelga, que muchas veces ha sido el único instrumento de defensa de la clase obrera (yo mismo... coño) frente a la voracidad del capitalismo salvaje (no solo el histórico "manchesteriano" si no, a menudo, el de hoy mismo).

Claro que ha sido gracias a la lucha obrera, a la labor sindical muchas veces heroica y desinteresada, que se han conseguido muchos de los logros del actual estado del bienestar; que si fuera por los "señores burgueses" todavía irían los niños a las minas a los doce años (mi madre, sin ir mas lejos, con 12 años ya entraba a trabajar en una fábrica de tejidos de Barcelona a las siete de la mañana seis días a la semana). Yo mismo todavía trabajaba los sábados por la mañana y una tarde cada cuatro sábados, cuando empecé mi vida laboral, si bien pronto nos dieron festivo todo el sábado... gracias sean dadas al Señor. Y mis padres no tuvieron vacaciones pagadas hasta los años treinta del pasado siglo, con la llegada de la república.

Pero ahora los sindicatos, a veces, se pasan mucho: defendiendo privilegios corporativos de pilotos, controladores aéreos, "cheminots" (ferroviarios en Francia), funcionarios y maestros, etc.

Y estos días, en Francia, armar la que han armado, incluidos los "lycéens" armando bulla callejera, por querer volver la jubilación a 62 años, ya es "demasié mesié le Fransuá, oh la la, é viv la bullabess".

Cálculos prudentes dicen que, en Francia, el gobierno o sea, el estado o sea, todo quisque contribuyente, por culpa de las huelgas (refinerías y gasolineras cerradas, transportes perturbados, etc.) se pierden 400 millones de euros diarios (66.000 millones de las antiguas pesetés, que así se ve mas claro). ¿Se los harán pagar a los sindicatés?

Y en la Espagné de mis couillons, subvenciones al cine de mierda, a los sindicatos verticales del PSOE, a la CEOE, a los partidos de funcionarios enchufados y, mientras, las pensiones de mierda de jubilación por los suelos y encima congeladas, que congelados se van a quedar los pensionistas y las viudas, que no podrán ni pagar el butano.

Alabado sea el Señor, que está en los cielos (y hace bien en no bajar que aún lo joderían).

Coronel Von Rohaut