Es conocida, por repetida por mi, mi aversión vomitiva por los eufemismos.
Ahora les llaman "contratistas privados" a los mercenarios de toda la vida que, además, se han industrializado. Pertenecen a grandes o medianas corporaciones que cotizan en bolsa y ya nada es lo que era.
Pero yo seguiré prefiriendo a los mercenarios de antes y, entre ellos, aquellos estúpidos, que los había, que si bien ofrecían sus servicios por dinero, en el fondo luchaban por romanticismo, por una idea, equivocada o no, por un sueño. Que de todo hay en la viña del Señor.
Aquellos que decían que "Los mercenarios nunca mueren. Solo van al infierno a reagruparse".
Coronel Von Rohaut
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