Posiblemente solo los técnicos e historiadores militares conocen, hoy, lo que era un visor "Norden", si bien se ha visto en numerosas películas de guerra de Hollywood. Una muestra de su cabezal de puntería puede verse en la imagen adjunta y que es tal como se conserva en el Museo de la Historia de la Computación, en California.
Fue inventado por un ingeniero holandés, educado en Suiza y emigrado a los USA a primeros del siglo pasado y formado en la Sperry Corporation, cuyo dueño e inventor había perfeccionado el giro-compass o brújula giroscópica. El invento de Norden (fabricado ya en sus propias empresas) se trataba de un visor óptico unido a un computador mecánico, analógico, ya que no se había inventado el ordenador digital electrónico. Estabilizado por giróscopo.
Se usó para dirigir los bombardeos, para apuntar el objetivo a bombardear desde los aviones bombarderos volando a gran altura y practicamente se había puesto a punto simultaneamente con el Boeing B-17. Al acercarse al objetivo, el tripulante conocido como "bombardero" y que iba situado en el morro del avión, buscaba dicho objetivo con su visor (no siempre fácil a través de las nubes, etc.) y cuando lo tenía fijado o encuadrado, avisaba al piloto (el comandante del bombardero) el cual desconectaba el "piloto automático" que lo había llevado hasta allí y en cuyo momento se hacía cargo del vuelo el "bombardero" con su propio visor "Norden" que actuaba a su vez como un "piloto automático". Al que previamente se le habían introducido los datos o parámetros de altitud, velocidad, fuerza y dirección del viento, etc., con los cuales el "computador" calculaba el mejor ángulo para soltar las bombas, lo que hacía automáticamente en el momento oportuno. Una vez soltadas las bombas (o en cualquier momento, en caso de peligro) el piloto volvía a hacerse cargo del mando e iniciaba el regreso a la base.
Era un visor muy superior a todo lo conocido y usado por otros países; fue quizás, aparte del "Proyecto Manhattan" o plan para obtener y construir la bomba atómica, el secreto mejor guardado por los americanos durante la Segunda Guerra Mundial; y su uso se extendió a la Guerra de Corea y hasta el principio de la Guerra de Vietnam. El "bombardero" tenía orden de proteger al visor, incluso con su vida si fuera necesario y, en caso de accidente o derribo en territorio enemigo, tenía que destruirlo a tiros con su pistola o bien fundir algunos elementos con una barra de "thermita" o barra de soldar eléctrica que llevaba en su equipo. Al aterrizar, todos los "Norden" eran retirados de su avión y trasladados, envueltos, por el "bombardero" a una sala protegida, donde eran revisados para la siguiente misión por especialistas altamente cualificados y guardados bajo vigilancia. Si bien un obrero de origen alemán de la fabrica productora pasó la información al servicio de espionaje de Alemania y la empresa de óptica Carl Zeiss construyó algo similar para la Luftwaffe.
A pesar de su perfección óptico-mecánica, debido a la carencia de exactitud en calcular, a la centésima, los parámetros de altitud, velocidad del viento, etc. al no existir los medios actuales electrónicos, la precisión de los bombardeos dejaba mucho que desear y para destruir un objetivo relativamente pequeño como un puente, unos raíles de ferrocarril o un edificio concreto, se precisaban miles de bombas. Lo que ahora se consigue con una sola bomba pesada, guiada durante varios kilómetros por láser o GPS por satélite.
Coronel Von Rohaut
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