El Flak 88 fue un buen cañón antiaéreo alemán pero de rendimiento mediocre y en la foto de abajo puede verse tal como está expuesto en el Imperial War Museum británico.
Pero en las manos del General Rommel y sus hombres del Deutshe Afrika Korps y en las batallas del Norte de África, especialmente en el desierto de Libia, se transformó en un mito y pasó a la historia como el mejor cañón anti-tanque de la II Guerra Mundial.
En las otras fotos se le puede ver siendo situado en batería en el desierto, y remolcado por un Sd.Kfz 8.
Es historia...
Coronel Von Rohaut
1 comentario:
Sí, los rusos creo que hicieron algo igual con sus antiaéreos, que empezaron a mirar a los panzer, cerca de Stalingrado.
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