Después de haberle hecho extirpar, a lo largo de su corta vida, 4 o 5 pequeños quistes que, algunos, tenían células cancerígenas y otros no, hoy a mi perra pointer de 8 años, la "Ishka", en estos momentos le están haciendo una mastectomía para extirparle un tumor en la 4ª mama.
Por descontado, y es totalmente ocioso decirlo, no voy a comparar el valor de la vida de mi perra con la de ninguna persona (*). Accidentes de origen cancerígeno los he vivido y estoy viviendo en personas de mi familia y muy próximas a mí. Y si a cambio de la vida de la "Ishka" pudiera aportarles algún beneficio, lo haría sin dudar pues hasta estoy convencido que si la propia "Ishka" tuviera capacidad de elección, ella misma lo haría, tan seguro estoy de la fidelidad y entrega de mi perra.
Pero no siendo así, dejadme decir que, mientras no esté plenamente recuperada, mi aflicción es real y profundamente sentida. ¿Exagerado? Los que jamás han tenido la compañía y devoción de un perro no lo entenderán, pero ¿sabéis que les digo?... que les den !
Dentro de un rato he de ir a recogerla; mientras....
Coronel Von Rohaut
(*) ¿Ninguna? Bueno, a tanto yo no me arriesgaría a afirmarlo.....
miércoles, diciembre 09, 2009
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