- En uno, Oriol Pi de Cabanyes se ríe de aquellos que, como casi todos los españoles, sólo saben expresarse en "aquel estúpido dialecto que se llama el extremeño", según caricatura de Pío Baroja. Y cuenta aquel chiste que dice: "¿Como se llama el que utiliza tres lenguas? Trilingüe - ¿Y el que habla dos lenguas? Bilingüe - ¿Y el que solo habla la suya? Español"
- En otro, Francesc-Marc Alvaro se lamenta del escaso nivel de muchos políticos, ministros, consellers, directores generales, etc., que han alcanzado su cargo gracias al dedo de su jefe, al oportunismo, al lameculismo o peloteo, pero que no tienen idea de nada ni se preocupan en disimularlo (o creen que entienden de algo, lo que aún es peor al intentar imponer sus estúpidas razones, ya que nada es más descarado que la propia ignorancia).
- Y enlazando con lo anterior, Marius Carol se lamenta que con su "curriculum", sus conocimientos y vasta experiencia desarrollada en los mas importantes foros internacionales, España no haya sabido utilizar los méritos de Javier Solana, quizás el político español más válido de la época contemporánea y un hombre que, durante la era Bush, cada anochecer hablaba por teléfono con la Secretaria de Estado, Condoleeza Rice, y esto si que es estar bien conectado. Pero yo estoy seguro que es por esto precisamente. Los mediocres que han llegado al poder, a veces por casualidad, no soportan a nadie que realmente valga o que brille más que ellos. Es la puta envidia, el mayor de los pecados capitales españoles.
Coronel Von Rohaut
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