Lo incomprensible, lo auténticamente surrealista, es que este "paquete", esta puta mierda de jugador aficionado, solo válido para un partido entre solteros y casados, que no valdría ni para un equipo de regional preferente, haya llegado a jugar en el primer equipo de un club de Segunda División (*).
Coronel Von Rohaut
(*) España, por si no lo habías entendido.
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