Francia ha enviado a Costa de Marfil, por aire, otros 300 militares para reforzar a los 1.100 que ya tiene allí desde hace tiempo, en la Operación Licorne, enmarcada dentro de la ONU.
Aparte de patrullar con sus helicópteros y sus blindados para reprimir los pillajes y, básicamente, cuidar de la seguridad de los residentes franceses (13.000) y otros extranjeros, hoy se ha hecho cargo del control del aeropuerto de Abidjan, que está al lado de su campamento en Port-Bouët.
Coronel Von Rohaut
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