La economía catalana frente a la disyuntiva

Si eres catalán pero no independentista (pues no todos podéis tener la misma clarividencia de Jordi Pujol que, al fín, ya ha aceptado que es la única salida, ni la misma inteligencia y valentía de los que hace tiempo que lo venimos predicando), por lo menos estarás de acuerdo con lo que dice Jordi Barbeta en La Vanguardia y que se puede clikar en éste vínculo.

Si no comulgas con ninguna de las dos posibilidades ofrecidas, es que eres tonto de baba o bién eres español, a lo que tienes todo el derecho del mundo y entonces defiendes tus intereses, aunque estos sean depredadores de los de los catalanes.

O si no lo aceptas pero pretendes seguir proclamando tu supuesta catalanidad, o eres masoquista o sufres, ni que sea inconscientemente, el "Síndrome de Estocolmo", que antepone a sus intereses o necesidades las de sus captores o secuestradores.

Pero ¡ojo! que si escojes, como muchos catalanes pusilánimes, la opción del concierto o, aún peor, del "pacto fiscal" con España, te estarás equivocando nuevamente ya que su consecución (que depende de la benevolencia de quienes te lo han de otorgar y que son los mismos que te lo vienen negando de forma clara y estentórea) es más difícil que la independencia pura y simple la cual, además, es más completa y beneficiosa en todos los órdenes. No solo los económicos, ya que los nacionales o patrióticos, sentimentales o identitarios, también son importantes, ¡coño!

Coronel Von Rohaut