¿La razón? "It's poppy time" o sea, es tiempo de la recolección de las amapolas del opio, de las que Afghanistan es el primer productor mundial. Y la gente, incluidos los guerrilleros que no dejan de ser gente del campo, van a lo suyo (*).
Y dado que las ayudas prometidas por el gobierno de Kaboul a los pequeños agricultores para que sustituyeran su cultivo ni están ni se las espera, estos han vuelto a lo seguro. La campaña de este año se calcula que será excelente y el precio del kilo de la amapola será de 380 dólares contra 90 el pasado año. Así, cualquiera cultiva lechugas o espinacas... ni azafrán.
Los americanos, la CIA, apoyaron su cultivo (como ya habían hecho en Vietnam, Laos, Cambodia y norte de Thailandia cuando la Guerra de Vietnam) durante la ocupación soviética, pero ahora, al ser una fuente de financiamiento para el talibán y los señores de la guerra, los americanos han procurado (?) sustituirla o reducirla. Pero siendo que el gobierno de Kaboul y toda la "nomenklatura" afghana vive de ello (el hermano del presidente Kerzai es uno de los mayores traficantes) la operación parece difícil (y yo no tengo claro que realmente los americanos quieran erradicarla de verdad...).
Coronel Von Rohaut
(*) Como ocurría hace años, cuando se instaló la factoría de Santana ("jeeps" Land Rover) en Linares, provincia de Jaén, que al llegar el tiempo de la recolección de la aceituna, los obreros (aceituneros altivos) iban cada uno al pequeño terreno que tenían y la fábrica quedaba medio vacía por el absentismo. Luego, los andaluces se quejaban que no se instalaran más industrias en su región...
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