La mierda que no para

Lo que Madrid nos hace con las infraestructuras no tiene nombre y hace que tengamos que pasarnos la vida quejándonos de lo mismo una y otra vez y facilitando que nos acusen, encima, de "victimistas". O sea, víctimas y escarnecidos, cornudos y apaleados.

No solo son los escándalos del aeropuerto del Prat (secuestrado por el gobierno y ninguneado, a la mayor gloria de Barajas), de las autopistas sin peaje (que no tenemos) de los AVE's (antes de Valladolid a Orense que de Barcelona a Paris), del puerto marítimo (cuya autonomía se va reduciendo y no podemos ni fijar las tarifas para competir y al que no llega ninguna vía ferroviaria de ancho internacional para evacuar las mercancías y que se pueda expandir).

También son los trenes de cercanías, cuya gestión se nos traspasó hace poco (?) y juro que lo he escrito sin que se me escapara ninguna carcajada (ni ninguna lágrima, porqué me he aguantado).

El entonces Conseller Nadal se pavoneó del éxito conseguido gracias a su gestión con el gobierno central amigo (?) mientras que muchos señalábamos que lo traspasado era una engañifa; que lo habían estafado, engañado como a un chino si es que a un chino se le puede engañar tanto, tantas veces, tan seguido y tan humillantemente (a un chino no pero a un catalán, por lo visto, sí; porqué aquí tragamos y encima, muchos, dicen que además de catalanes se sienten españoles... ¿será que les gusta que les den mucho pol culo?).

Nos habían traspasado la gestión pero cuya explotación ya estaba concedida a la RENFE de siempre y sin la propiedad ni de las estaciones, de las vías, de las catenarias ni del material móvil, trenes, locomotoras ni vagones, que siguen siendo de ADIF (Fomento). ¿Entonces qué es lo que nos habían transferido? (*). Ni humo, ya que ya no hay locomotoras de vapor...

Como que lo transferido era una ruina (la mayoría del material móvil más antiguo y obsoleto de ADIF/RENFE circula por las vías catalanas, mientras que los trenes más modernos de su parque lo hacen por la Comunidad de Madrid), las catenarias se caen y las estaciones se desmoronan, el Conseller exigió que el Ministerio de Fomento hiciera una modernización a fondo de lo traspasado. Pero de los 4.000 millones presupuestados, totalmente insuficientes para poner trenes y vías al día, solo se han invertido realmente 305. Sería para reír a mandíbula batiente si no resultase trágico.

Y en lo que llevamos de año ya hemos sufrido cinco accidentes en la red de Cercanías, además de no haber mejorado en nada ni los tiempos de circulación ni los retrasos inherentes a la mierda de material. El ferrocarril de medía distancia de Manresa a Lleida circula a la misma velocidad que cuando se inauguró en tiempos de María Castaña y el de Barcelona a Vic y Puigcerdá tarda ahora más que en los años 20 del pasado siglo (pues las vías están peor por el envejecimiento y nadie las ha arreglado... y lo que te rondaré morena)

Cuando recuerdo que, cada año, el gobierno central nos roba a los catalanes, a todos los que vivimos aquí, 22.000 millones de euros y que, según muchos reputados economistas internacionales, si Catalunya fuera independiente sería uno de los países más ricos del mundo, no me echo a llorar porqué no sé; pero cogería mi fusil y me iría " ¡... a las barricadas... !".

Coronel Von Rohaut

(*) La fijación de los horarios y las señoras que limpian las estaciones (sic).